Hoy es el día de la virgen del Carmen reza esta poderosa oración para peticiones desesperadas.
Cuando la desesperación te ahoga y sientes que ya no hay ninguna salida, HOY es el día en que el cielo responde.
Sé exactamente lo que es esa angustia. Ese nudo en la garganta que no te deja respirar.
Esas noches en vela, con la mente dando vueltas.
Esa sensación de que las paredes se cierran a tu alrededor.
Has luchado con todas tus fuerzas, has suplicado, has llorado en silencio… y tu petición desesperada sigue ahí, pesando sobre tu alma como una lápida.
Pero quiero que escuches esto: hoy no es un día común.
Hoy, en la fiesta de la Virgen del Carmen, el velo entre el cielo y la tierra es más fino.
Su manto protector y su poder de intercesión se magnifican, especialmente para las almas que, como tú, claman desde la más profunda desesperación.
Esta oración es tu acto de fe más radical.
Es poner tu carga más pesada, esa que crees imposible de mover, directamente a sus pies.
Es decirle con el último aliento de tus fuerzas:
«Madre, ya no puedo más. Mi fuerza se ha acabado. Intercede por mí con la urgencia que mi corazón necesita».
Prepárate para soltar esa carga. Cierra los ojos. Siente esa desesperación por última vez, porque estás a punto de entregarla.
Con toda la fe que puedas reunir, reza conmigo:
«Oh, Santísima Virgen del Carmen, refugio de los desesperados y consuelo de los afligidos.
En este día sagrado en que el cielo te celebra, un alma desesperada clama a tus pies.
Madre, ya no tengo fuerzas. La angustia me ahoga y no veo la salida.
Mis caminos se han cerrado y mi esperanza se debilita.
Por eso, con la fe que me queda, te entrego mi petición desesperada (menciona en tu corazón tu necesidad).
Te ruego, Madre, que en tu día de fiesta, tu intercesión sea mi milagro urgente.
Lleva mi clamor ante tu Hijo y no me abandones en esta hora de oscuridad. Escucha el grito de un corazón que ya no puede más. Amén.»
Respira hondo. Siente cómo esa opresión en el pecho comienza a ceder. No estás solo. Has puesto tu causa en las manos de la Madre más poderosa, en su día más especial. Confía.
Guarda esta oración. Es un tesoro divino. Y compártela, porque nunca sabes quién a tu alrededor está viviendo una desesperación silenciosa y necesita esta señal.
Y ahora, para entregar tu petición desesperada y abrirte al milagro que solo Ella puede conseguir, escribe con toda tu fuerza en los comentarios:
«MADRE, AYÚDAME».
Enviado por: Dulce María (México).
Hoy es el día de la virgen del Carmen reza esta poderosa oración para peticiones desesperadas.
