Eleva a Dios una oración con devoción y fe y Él te dará Dicha, Victoria y Bienestar.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Amado Dios, fuente de armonía y bienestar, me acerco hasta Ti, para darte infinitas gracias, por todo tu amor y tu bondad.
Padre amado, gracias porque me das el maravilloso don de la vida, por las alegrías vividas.
Gracias también por las dificultades, que me ayudan a ser más fuerte y sabio.
Padre Celestial, gracias porque día tras día, puedo sentir tu amor hacia mí y los míos.
Nos permites disfrutar de los rayos del sol, nos das un techo donde descansar, nos brindas el pan de cada día, nos proteges del peligro y nos libras de todo mal.
Padre bueno, nuestra vida es dichosa, porque Tú estás a nuestro lado, por favor te pedimos, no te apartes de nosotros.
Hoy recurro ante Ti, mi amado Dios, para pedirte que seas guiándonos a lo largo de este día.
Con amor y mucha fe, hacer aquí la petición que usted necesita.
Padre amado, ilumíname a mí y a los míos, con la radiante luz de tu espíritu, guía nuestros pasos, danos sabiduría en los momentos de dificultad.
Comparte con nosotros nuestras alegrías, rodéanos con tu amor, se nuestro consuelo en medio de la tristeza.
Padre Santo, por favor reina en nuestros pensamientos, palabras y acciones, permítenos ser un instrumento de tu paz y de tu obra.
Con tu manto sagrado, cúbrenos y ayúdanos a ser mejores cada día y más dignos de Tí.
Señor mío y Dios mío, confío en que hoy serás Tú multiplicando mis fuerzas, renovando mi alma y mi corazón, abriendo de par en par, las puertas de la prosperidad, Bendiciendo a cada instante mi hogar, Mi familia y mis amigos.
Señor mío, por favor bendice también a cada persona que clama por tu amor.
Padre de bondad, gracias por escuchar mi oración, y gracias porque sé que tus planes son siempre mejores que los míos.
Pongo mi vida en tus generosas manos, y desde ahora declaro un día de triunfo y de prosperidad. Amén.
Oh María, oh dulcísima, oh dueña mía.
Vengo a entregarte lo poco que poseo yo, pues sólo tuyo soy, para que lo pongas en oblación ante el Trono de nuestro Señor.
Te doy mi voluntad, para que no exista más y sea siempre la Voluntad del Padre Celestial. Amén.
La mejor manera de pedir que se produzca un milagro es orar y rezar pidiendo lo que necesitamos.
Enseña a tus hijos a rezar a la virgen María y Ella cuidará de tu hijo, con la ayuda del ángel guardián.
Si te gustó la oración compártela en tus grupos preferidos, con tus seres queridos o con cualquier persona que pueda necesitarla.
Eleva a Dios una oración con devoción y fe y Él te dará Dicha, Victoria y Bienestar.
Enviador: Dulce María. (México).