Miles de testimonios lo confirman, Esta oración a María Auxiliadora está obrando milagros Ahora.
No es una promesa. Son miles de testimonios. Si estás aquí, es porque estás listo para ser el próximo.
Sé lo que se siente esperar un milagro que parece no llegar nunca. Esa puerta que sigue cerrada, esa enfermedad que no cede, esa deuda que te asfixia noche tras noche.
La fe se debilita, la soledad se hace más profunda y llegas a preguntarte con el corazón roto si Dios realmente te escucha.
Pero hoy, no te voy a hablar de fe ciega. Te voy a hablar de evidencia.
Hay una ola de gracia recorriendo el mundo ahora mismo, y miles de testimonios lo están confirmando:
La oración a María Auxiliadora está desatando un torrente de milagros.
Su poder no radica solo en las palabras. Radica en la energía colectiva de miles de almas que, como tú, están rezando juntas en este momento, creando un río de fe que está moviendo montañas.
Al rezar esta oración, te unes a ese río. Ya no estás solo en tu petición; te sumas a un coro de voces que está siendo escuchado con una fuerza arrolladora.
Esta oración es tu forma de decir:
«Madre, Auxilio de los Cristianos, veo los milagros que estás haciendo por otros, y con una fe renovada por su testimonio, me abro para recibir el mío».
Es un acto de fe basado en la certeza de que Ella ya está actuando.
Prepárate para unirte a esta cadena de milagros. Cierra los ojos. Siente la fe de miles de personas apoyando la tuya. Ahora, con esa fuerza, reza conmigo:
«Oh, María Auxiliadora, Madre poderosa y auxilio infalible.
Vengo ante ti no solo con mi fe, sino con la fe encendida por los miles de testimonios que confirman tu poder AHORA.
Me uno en este instante a ese río de gracia, a esa corriente de milagros que estás derramando sobre el mundo.
Con la certeza de que ya estás obrando, te presento mi causa imposible, mi milagro urgente (menciona tu petición en tu corazón).
Madre, así como has respondido a tantos con sanación, provisión y paz, te pido que tu gracia me alcance también a mí.
Abro mi corazón y mi vida para recibir el milagro que necesito.
Declaro que mi petición se une a la lista de tus maravillas y que mi voz pronto se convertirá en un testimonio más de tu poder y de tu amor. Amén.»
Respira profundamente. Siente esa corriente de esperanza que te recorre.
Esa es la fe de miles uniéndose a la tuya. Ya no estás esperando solo.
Eres parte de un movimiento de milagros.
Guarda esta oración. Es un tesoro validado por miles. Y compártela, porque tu acto de fe puede ser el eslabón que otro necesita para unirse a esta cadena.
Y si crees con todo tu corazón y quieres ser el próximo testimonio de su poder, declara tu milagro escribiendo con fe inquebrantable en los comentarios:
«SOY TESTIMONIO».
Enviado por: Dulce María (México).
Miles de testimonios lo confirman, Esta oración a María Auxiliadora está obrando milagros Ahora.
