Novena Virgen María Auxiliadora Día 3 Puerta de Esperanza.
Virgen María Auxiliadora, puerta siempre abierta para los que buscan consuelo, esperanza y paz, hoy me acerco a ti con el corazón cansado, pero lleno de fe.
Tú que nunca abandonas a los que claman tu nombre, intercede por mí en esta jornada y enséñame a confiar cuando todo parece perdido.
Oh María, tú que conoces el dolor humano, tú que viste sufrir a tu Hijo amado y permaneciste firme junto a la cruz, sabes lo que significa luchar en medio de la tormenta.
Hoy, Madre, hay cosas en mi vida que no entiendo, caminos que parecen cerrarse, fuerzas que me faltan y heridas que aún duelen.
Pero aquí estoy, de rodillas ante ti, con humildad y amor, porque sé que tú puedes ayudarme a salir adelante.
María Auxiliadora, tú eres la puerta de esperanza cuando el mundo cierra sus puertas.
Eres el faro en medio de la oscuridad, la mano extendida en medio de la caída, la voz suave que calma el alma que llora.
Hoy te entrego mis temores, mis cargas, mis pensamientos y todo lo que llevo dentro.
Nada quiero esconderte, porque tú eres Madre, y me amas incluso cuando me siento indigno.
Dame luz, Virgen santa.
Dame claridad para tomar decisiones correctas. Dame discernimiento para no rendirme.
Ayúdame a mantener la fe cuando no veo resultados, a esperar con paciencia cuando todo tarda, y a seguir caminando cuando mis pies ya no quieren avanzar.
Tú que eres la esperanza de los que sufren, consuela mi alma.
Lléname de tu paz. Abre puertas nuevas, caminos de bendición, oportunidades que no esperaba.
Donde yo solo veo problemas, que tú me muestres soluciones. Donde hay soledad, que yo sienta tu presencia.
Donde hay miedo, que tú traigas fuerza.
Hoy rezo este tercer día de la novena con todo mi ser, confiando en que tú, como buena Madre, ya estás actuando a mi favor.
No permitirás que me hunda.
No permitirás que me pierda. No permitirás que me aleje del amor de Dios.
A ti, María Auxiliadora, encomiendo mi vida, mis proyectos, mi familia, mi trabajo, mi salud y todo cuanto soy.
Guíame como guía una madre a su hijo, llévame por senderos de bien y protégeme de todo mal.
Gracias, Virgen poderosa, por escuchar esta oración.
Gracias por obrar en silencio.
Gracias por acompañarme aun cuando no te veo. Hoy declaro con fe que mi esperanza renace en ti.
Amén. Amén, y Amén.
Gracias por orar conmigo.
Enviado por: Dulce María. (México).
Novena Virgen María Auxiliadora Día 3 Puerta de Esperanza.