Oración al Santísimo Sacramento del Altar Antes de Dormir

Oración al Santísimo Sacramento del Altar Antes de Dormir.

Querido Jesús en el Santísimo Sacramento.

Al llegar el final de este día, me acerco a ti con un corazón lleno de gratitud por todas las bendiciones que me has concedido.

Te agradezco por cada instante, por cada sonrisa y por cada oportunidad que me has brindado para crecer y aprender.

En tu presencia, reconozco que eres mi refugio y mi fortaleza, y que en ti encuentro la paz que mi alma anhela.

Al contemplarte en el altar, siento una profunda conexión contigo, una unión que trasciende el tiempo y el espacio.

Te pido que me acompañes en esta noche.

Que tu luz ilumine mis pensamientos y mis sueños, disipando toda sombra de ansiedad o temor.

Permíteme descansar en la certeza de tu amor, sabiendo que estás a mi lado y que me proteges en cada momento.

Te ofrezco mis preocupaciones y temores, esas inquietudes que a veces perturban mi mente al caer la noche.

Te pido, Señor, que las transformes en confianza y esperanza.

Que cada susurro de mi corazón sea un canto de alabanza a tu nombre, y que mi fe se renueve con cada respiración, sabiendo que en ti todo es posible y que tus planes son siempre buenos.

Espíritu Santo, llena mi ser de tu paz, esa paz que calma las tormentas internas y me ayuda a soltar lo que no puedo controlar.

Que mis sueños sean un reflejo de tu voluntad y que, al despertar, lo haga con un renovado sentido de propósito.

Deseo que cada día, cada momento, sea una oportunidad para acercarme más a ti y ser un instrumento de tu amor en el mundo.

Antes de dormir, coloco a mis seres queridos en tus manos.

Cuida de ellos mientras descansan, llénalos de tu gracia y de tu protección.

Que tu amor envuelva nuestro hogar y que tu presencia nos brinde consuelo y seguridad.

En esta noche, ruego por aquellos que sufren, que sienten soledad o angustia.

Que encuentren en ti el alivio y la esperanza que tanto necesitan.

Te entrego mis planes, mis anhelos y mis sueños para el futuro.

Que todo lo que emprenda esté alineado con tu divina voluntad.

Abre puertas que necesiten ser abiertas y cierra aquellas que no me convienen.

Que cada decisión que tome sea guiada por tu sabiduría y amor incondicional.

Finalmente, Señor, mientras mis ojos se cierran, que mi corazón permanezca abierto a ti.

Dame el don de una fe inquebrantable y de una esperanza viva, para que cada día pueda reflejar tu luz en este mundo.

Gracias, Jesús, por estar siempre presente en mi vida. Confío en que, al despertar, lo haré en tu amor y en tu gracia. Amén.