Oración de la noche para estar tranquilo con Jesús resucitado.
Señor, gracias por la vida y por todo lo que me has regalado.
Tu Resurrección me invita a cambiar profundamente.
Me has mirado y no puedo más que postrarme ante Ti y reconocerte como mi Señor y exclamar.
¡Jesucristo ha resucitado!
¡Gracias, Señor! Te pido que me ayudes a ser un verdadero discípulo tuyo.
Ayúdame a mirar el mundo como Tú lo haces.
No permitas, Señor, que me deje llevar por los juicios, ni levantar murallas sobre las ruinas de las personas, a no señalar con el dedo acusador los defectos y las debilidades de los que pasan por mi lado, ni comentar las cosas negativas, porque esto sólo me aleja de Tí.
¡Ayúdame, Señor, a tener un corazón humilde y misericordioso, generoso, prudente y compasivo!
Que brille siempre la gloria de Tu misericordia en todas mis palabras, mis gestos y mis acciones, que surja de mi corazón la comprensión hacia las personas y la bondad en todo lo que haga.
Aquí estoy Señor, para lo que Tú quieras de mí, para servirte y para servir, para amarte y para amar.
Gracias, Padre de amor y de misericordia.
Gracias, porque conviertes mi vida en un lienzo lleno de luz, de vida, de esperanza, con trazos perfectos llenos de color, de ilusión, de alegría, con pequeños matices de sombras que me enseñan lo que debo cambiar y lo que debo mejorar.
Concédeme la gracia de que mi vida sea un compromiso de amor, que todo lo que me mueva hacia los demás esté basado en el amor hasta la entrega total. Amén.
Enviado por: Daniela Daza. (México)