Oración del octavo día de la novena de navidad dando gracias a Dios por las Bendiciones recibidas
Oh Dios, en este octavo día de la novena de Navidad, nos acercamos a Ti con corazones rebosantes de gratitud y alegría.
Reconocemos y celebramos las abundantes bendiciones que has derramado sobre nuestras vidas, y hoy queremos expresarte nuestro más profundo agradecimiento.
Gracias, Padre celestial, por cada uno de tus regalos, por las bendiciones que llegan en forma de amor, salud, familia, amistades, logros, y por cada pequeño detalle que colma nuestros días de alegría y felicidad.
Te damos gracias por la oportunidad de vivir, por el milagro de cada amanecer y la serenidad de cada atardecer.
Por la esperanza que renace en nuestros corazones con cada nueva jornada y por la fe que nos sostiene en los momentos de dificultad.
Gracias por la presencia de quienes nos rodean, por sus risas y abrazos, por el apoyo y comprensión que nos brindan.
Por cada sonrisa que ilumina nuestro día y por cada lágrima que nos enseña a valorar la alegría.
Te agradecemos por la fuerza que nos das para superar obstáculos, por las lecciones que aprendemos en los momentos difíciles y por las oportunidades que nos permiten crecer y madurar como personas.
Gracias por el amor incondicional que nos brindas, por tu misericordia que nos perdona, por tu comprensión que nos acoge y por tu gracia que nos sostiene en todo momento.
Te damos gracias por los momentos de paz que experimentamos, por las metas alcanzadas y los sueños cumplidos.
Por cada victoria que celebramos y por cada desafío que nos hace más fuertes.
Señor, te agradecemos por tu constante presencia en nuestras vidas, por caminar a nuestro lado en cada paso que damos.
Por ser nuestra luz en la oscuridad, nuestra fuerza en la debilidad y nuestro refugio en las tormentas.
Que esta gratitud que hoy expresamos sea una constante en nuestras vidas, recordándonos siempre la importancia de reconocer tus bendiciones y de vivir con corazones agradecidos.
Gracias, Dios amado, por ser nuestra roca, nuestra fortaleza y nuestro refugio.
Que nuestra gratitud se refleje en cada acto de amor y bondad que compartimos con los demás.
Que la gratitud siga iluminando tu vida y que Dios continúe bendiciéndote en cada paso que des. Amén.
La mejor manera de pedir que se produzca un milagro, es orar y rezar pidiendo lo que necesitamos.
Enseña a tus hijos a rezar a la virgen María, y Ella cuidará de tu hijo, con la ayuda del ángel guardián.
Si te gustó la oración compártela en tus grupos preferidos, con tus seres queridos o con cualquier persona que pueda necesitarla.
Es una Bendición tenerte con nosotros.
Gracias por orar conmigo.
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Enviado por: Dulce María. (México).