Oración Dios ayúdame mis fuerzas son pocas y mi espíritu está triste.
Señor, estoy cargado con este gran dolor, mis fuerzas son pocas y mi espíritu está triste.
Quiero pedirte en este momento que me confortes, que quites mi dolor y mi sufrimiento, siento que no puedo avanzar, la depresión busca tomar lugar y no quiero seguir así.
Te ruego que me saques de este momento, que seas mi alegría, que mis pensamientos sean guardados en paz y en lo que tú harás en mí, no en lo que mis ojos ven ahora.
Tengo fe en ti y en tu poder, dame la fuerza que necesito, Tú dices en tu Palabra que escuchas mi clamor y me sacas del pozo de la desesperación, me das la firmeza que debo tener.
Tú pones un canto de alabanza a ti para honrar tu poder y tu señorío.
En el nombre de Jesús oro y confío.
Mi Señor, mi Buen Pastor, Hijo del Padre, fuente de luz, tormenta de fe, que vienes a sacudir nuestra dormida esperanza, que nos envías a Tu Madre para enamorar nuestros fríos corazones, que luchas con amor para conquistar los espíritus inquietos por las angustias del mundo.
Óyenos Señor, escucha a tus hermanos aquí, juntos queremos seguirte, donde Tú quieras que nuestros pasos se dirijan.
(Hacer aquí la petición que usted necesita)
Nuestros corazones quieren pertenecerte, por siempre, Nuestras almas sedientas de Tu luz solo quieren verte sonreír junto a Tu Madre.
Envíanos Tus Ángeles y Tus Santos, consuélanos con su presencia celestial.
Danos el consuelo infinito de saber que Tu Misericordia ve con ojos agradables nuestro arrepentimiento por tanto error cometido.
No permitas que bajemos nuestras defensas contra el maligno y sus tentaciones.
Haznos fuertes, Señor, haznos fuertes en la entrega a Ti, nuestro Dios.
Haznos pequeños y dóciles para que dejemos actuar a Tu Santo Espíritu en nosotros, para que Tú te hagas cargo de nuestra vida.
Haznos confiados corderos de Tu rebaño, Señor, danos el abrazo de Tu Voluntad, Señor.
Que seas Tu quien nos guíe, que sea tu Madre quien nos proteja, No te alejes de nosotros, Señor, perdona nuestros errores, pecados y nuestra falta de fe. Amén.
Enviado por: Luz Dary Parra Salgado.