Oración a Dios en el último viernes del mes.
Amado Padre Celestial, en este último viernes del mes, me presento ante Ti con un corazón lleno de gratitud, amor y humildad.
Gracias por el regalo de la vida y por las bendiciones que me has dado a lo largo de este mes.
Reconozco que cada día que he vivido ha sido un reflejo de Tu amor y Tu cuidado infinito.
En este momento, quiero poner ante Ti todas mis alegrías, luchas y esperanzas, sabiendo que en Ti encuentro fortaleza, paz y dirección.
Señor, gracias por los días de luz y alegría que me has permitido disfrutar.
Por cada amanecer en el que Tu amor me despertó y por cada anochecer en el que Tu paz me permitió descansar.
Gracias por las risas compartidas, por las metas alcanzadas y por las lecciones aprendidas en los momentos difíciles.
Cada instante vivido este mes me ha acercado más a Ti, enseñándome a confiar en Tu plan perfecto.
Hoy, también quiero entregarte mis errores, mis fallas y mis debilidades.
Tú conoces mis pensamientos, mis acciones y las palabras que he pronunciado.
Si en algún momento he fallado en mi amor hacia Ti o hacia mis hermanos, te pido humildemente perdón.
Purifica mi corazón, Señor, y ayúdame a ser cada día una mejor versión de mí mismo, alguien que refleje Tu bondad y Tu misericordia en este mundo.
En este viernes, mientras contemplo el cierre de este mes, elevo mi mirada hacia el futuro con esperanza y fe.
Te pido que me sigas guiando en los días venideros, que Tu luz ilumine mi camino y que Tu Espíritu Santo me inspire a tomar decisiones sabias.
Dame la sabiduría para discernir lo que es correcto, el valor para enfrentar lo que venga y la humildad para aceptar Tu voluntad en todas las cosas.
Te presento, Señor, a mi familia, mis amigos y a todas las personas que amo.
Bendícelos, protégelos y acompáñalos en sus propios caminos.
Llena sus corazones de paz, consuelo y esperanza.
Si alguno de ellos está pasando por momentos de dificultad, te ruego que seas su refugio, su fortaleza y su guía.
Usa mi vida, Señor, para ser un instrumento de Tu amor y Tu paz en sus vidas.
Hoy también intercedo por aquellos que no conozco, pero que necesitan de Ti.
Por los enfermos, los que sufren, los que han perdido la esperanza.
Por quienes sienten que están solos o que el mundo les ha dado la espalda.
Tú, que eres el Dios de lo imposible, te pido que les llenes de Tu gracia, les muestres el camino hacia Ti y les des la fuerza para seguir adelante.
Gracias, Señor, por estar siempre presente, incluso en los momentos en que no puedo verte o sentirte.
Gracias por ser mi refugio en las tormentas, mi alegría en los momentos de tristeza y mi guía en el desierto.
Saber que caminas conmigo me da paz y me llena de confianza para enfrentar cualquier desafío que la vida pueda presentar.
En este último viernes, quiero consagrarte todos mis planes y proyectos.
Te los entrego, Señor, sabiendo que Tus caminos son siempre mejores que los míos. Abre puertas que me lleven hacia el propósito que tienes para mi vida y cierra aquellas que no me convienen.
Ayúdame a mantener mi fe firme y mi corazón dispuesto a seguirte dondequiera que me llames.
Señor, te pido que me des un corazón agradecido, no solo en este día, sino siempre.
Ayúdame a ver Tu mano incluso en las cosas más pequeñas, a valorar cada gesto de amor, cada respiro, cada oportunidad.
Enséñame a vivir con gratitud genuina, recordando que todo lo bueno viene de Ti y que cada día es un regalo inmerecido.
Hoy quiero elevar una plegaria especial por el mundo entero. Por los lugares donde reina la injusticia, la guerra y el sufrimiento.
Te pido, Dios de paz, que intervengas con Tu poder y lleves esperanza a los corazones quebrantados.
Inspira a los líderes del mundo a actuar con justicia, compasión y sabiduría, para que el bien prevalezca sobre el mal y la luz triunfe sobre las tinieblas.
Gracias por la familia espiritual que me has dado, Señor.
Por cada hermano y hermana en la fe que me ha acompañado en este camino.
Ayúdanos a caminar juntos en unidad, apoyándonos mutuamente y edificándonos con palabras y actos de amor.
Que nuestra comunidad sea un reflejo de Tu reino aquí en la tierra, una luz para los que buscan y una mano extendida para los que necesitan.
Dios de bondad infinita, te pido que me enseñes a amar como Tú amas. A perdonar como Tú perdonas.
A dar sin esperar nada a cambio.
Llena mi corazón de Tu compasión y enséñame a ver a cada persona como Tu hijo amado.
Ayúdame a ser un canal de Tu amor en cada encuentro, en cada palabra, en cada acción.
En este último viernes del mes, me postro ante Ti con un corazón lleno de gratitud y humildad.
Gracias por tu amor incondicional que guía cada paso de mi vida, por las bendiciones que derramas sobre mi hogar y por la fortaleza que nos das para enfrentar cada día.
Hoy elevo esta oración con fe, pidiéndote que seas el escudo protector de mis hijos, mi familia, mi hogar y cada uno de mis seres queridos.
Señor, envuelve nuestras vidas con tu manto de luz y haznos invisibles ante el ojo del mal.
Aleja de nosotros toda envidia, rencor y cualquier peligro que amenace nuestra paz.
Llena nuestro hogar de tu presencia divina, que cada rincón sea un refugio de amor, esperanza y armonía, donde tu nombre sea exaltado en cada acción y palabra.
Padre, guía a mis hijos por el camino de la verdad y la justicia.
Protégelos en su andar diario, cúbrelos con tu gracia y mantén sus corazones firmes en Ti.
Bendice a mi familia con salud, unidad y sabiduría para enfrentar cualquier adversidad que la vida presente.
Que nunca falten en nuestro hogar tu provisión, tu paz y tu amor inagotable.
En tus manos deposito nuestras vidas, confiando en que bajo tu cuidado nada nos faltará.
Enséñanos a caminar siempre bajo tu voluntad, buscando tu rostro en cada amanecer.
Gracias por este mes que culmina, y por el nuevo comienzo que nos regalas.
En este último viernes del mes, quiero pedirte fortaleza para ser perseverante en la oración.
Ayúdame a construir una relación más profunda contigo, a dedicar más tiempo a escuchar Tu voz y a entender Tu voluntad para mi vida.
Que mi fe no dependa de mis emociones ni de las circunstancias, sino de la certeza de Tu presencia constante.
Señor, en este día especial, te pido por las personas que enfrentan dudas en su fe. Por quienes se sienten alejados de Ti o no encuentran respuestas en sus corazones.
Llámalos de vuelta a Tu presencia con amor, paciencia y gracia, recordándoles que Tú siempre estás dispuesto a recibirnos con los brazos abiertos.
Dios mío, quiero agradecerte no solo por lo que me has dado, sino también por lo que has permitido que falte.
Porque en los momentos de carencia he aprendido a depender más de Ti y a confiar en Tu provisión.
Gracias porque incluso en las pruebas, Tú me enseñas lecciones valiosas y me fortaleces en espíritu.
Finalmente, Señor, te entrego este nuevo mes que está por comenzar.
Te pido que me prepares para los desafíos y bendiciones que traerá.
Ayúdame a caminar con fe, a vivir con propósito y a mantener mi mirada fija en Ti.
Que Tu amor sea mi guía, Tu palabra mi refugio y Tu Espíritu Santo mi fuerza en todo momento.
En el nombre de tu Hijo amado, Jesús, te damos gracias y alabanzas. Amén.
Enviado por: Dulce María. (México).
Oración a Dios en el último viernes del mes.