Oración a Dios para el Día de Acción de Gracias.
Señor amado, Padre de misericordia y bondad infinita, en este Día de Acción de Gracias venimos ante tu presencia con corazones llenos de alabanza y gratitud.
Reconocemos que cada bendición que recibimos, tanto en los días de alegría como en los de prueba, proviene de tus manos amorosas.
Hoy, más que nunca, queremos detenernos para reflexionar, agradecer y ofrecerte lo mejor de nosotros, reconociendo que eres el dador de todo bien.
Te pedimos, Dios eterno, que nos guíes en esta jornada de acción de gracias, para que nuestro espíritu se alinee contigo y nuestra gratitud sea sincera, no solo de labios, sino desde lo profundo de nuestro ser.
Ayúdanos a recordar que, aunque este día es especial, nuestro agradecimiento debe ser continuo, pues a cada momento nos rodeas con tu amor inmensurable.
Dios todopoderoso, alzamos nuestros ojos para contemplar tu creación.
Cada amanecer, cada hoja que cae en otoño, cada estrella que brilla en el firmamento, nos recuerda tu majestad y tu cuidado.
Gracias por darnos la vida, por el aire que respiramos y por los dones de la naturaleza que sustentas día tras día.
En este tiempo de cosecha, recordamos que eres tú quien provee el alimento que ponemos en nuestras mesas.
Gracias por el pan de cada día, por los frutos de la tierra y por las manos que trabajan para que no falte el sustento en nuestras vidas.
Enséñanos a valorar y cuidar lo que nos das, a ser buenos administradores de tu creación y a compartir con quienes más lo necesitan.
Padre celestial, hoy también queremos agradecerte por la familia que nos has dado, por los lazos de amor que nos unen y por cada persona que has puesto en nuestras vidas para acompañarnos en este caminar.
Gracias por los momentos compartidos, por los abrazos que confortan, por las palabras que edifican y por el apoyo que encontramos en los días difíciles.
Te damos gracias por los amigos que son como hermanos, por aquellos que nos animan a seguir adelante y nos recuerdan tu fidelidad.
Aunque algunas sillas puedan estar vacías en nuestras mesas este día, sabemos que en tu plan eterno, cada separación es solo temporal.
Danos la paz y el consuelo de tu Espíritu cuando extrañamos a quienes han partido, y la esperanza de un reencuentro eterno en tu presencia.
Dios de toda consolación, queremos agradecerte no solo por las bendiciones evidentes, sino también por las pruebas que has permitido en nuestras vidas.
Aunque a veces el camino sea difícil y nuestras fuerzas parezcan desvanecerse, sabemos que todo lo permites con un propósito divino.
Gracias porque en las tormentas nos sostienes, porque cuando nos sentimos perdidos, tu luz nos guía, y cuando el dolor invade nuestros corazones, tu amor nos consuela.
Ayúdanos a recordar que incluso en las dificultades, tú estás trabajando en nosotros para moldear nuestro carácter y acercarnos más a ti.
Señor Jesús, nuestro Salvador y Redentor, no hay mayor motivo de gratitud que tu sacrificio en la cruz.
Gracias por amarnos tanto que diste tu vida para salvarnos del pecado y darnos la esperanza de la vida eterna.
Gracias por tu sangre derramada, que nos limpia y nos da acceso al trono de gracia. Gracias por tu resurrección, que nos asegura la victoria sobre la muerte.
En este Día de Acción de Gracias, proclamamos que tú eres nuestra mayor bendición, nuestro refugio, nuestra paz y nuestra razón de vivir.
Padre de bondad, también queremos agradecerte por las oportunidades que nos has dado este año, por los sueños que hemos podido alcanzar y por las lecciones aprendidas.
Gracias por abrir puertas que parecían cerradas y por enseñarnos a confiar cuando el camino parecía incierto.
Gracias por los talentos y habilidades que nos has dado para servirte y bendecir a los demás.
Te pedimos que nos sigas guiando para usar lo que hemos recibido de ti con sabiduría y generosidad, siempre buscando glorificar tu nombre en todo lo que hacemos.
Señor, en este Día de Acción de Gracias, pedimos que transformes nuestro corazón para que sea agradecido en todo momento.
Que aprendamos a verte en las cosas pequeñas y simples de la vida, y que nunca demos por sentado las bendiciones que nos concedes.
Enséñanos a ser generosos, compartiendo lo que hemos recibido con los demás, especialmente con los más necesitados.
Que nuestro agradecimiento no sea solo palabras, sino acciones concretas que reflejen tu amor en este mundo.
Gracias, Señor, por la iglesia, por los hermanos y hermanas en la fe que nos apoyan y nos inspiran a seguirte con fidelidad.
Gracias por los líderes espirituales que nos guían en tu Palabra y por las comunidades donde podemos crecer juntos en el conocimiento de ti.
Te pedimos que bendigas a cada iglesia y ministerio que hoy celebra el Día de Acción de Gracias.
Que sus corazones sean llenos de gozo y que su testimonio inspire a otros a acercarse a ti.
Padre compasivo, en este día también recordamos a quienes enfrentan momentos de dificultad, a los que no tienen alimento, hogar o familia con quien compartir.
Pedimos que tu presencia sea real en sus vidas, que encuentren consuelo en ti y que, a través de tu pueblo, reciban la ayuda que necesitan.
Danos ojos para ver las necesidades a nuestro alrededor y corazones dispuestos a actuar.
Que seamos tus manos y pies en este mundo, llevando esperanza y amor donde más se necesita.
Dios fiel, damos gracias porque tus promesas son eternas y nunca fallan. Sabemos que lo mejor está por venir, porque tú has preparado un lugar para nosotros donde no habrá más lágrimas ni dolor.
Gracias por la esperanza de tu regreso y por la certeza de que un día estaremos contigo para siempre.
Señor, te damos gracias por ser nuestro refugio en tiempos de incertidumbre y peligro. A lo largo de nuestras vidas, has sido nuestra roca firme, brindándonos la paz que sobrepasa todo entendimiento, incluso en medio de las tormentas más intensas.
Gracias porque, aunque el mundo a menudo parece caótico, encontramos en ti la seguridad de que nunca nos dejas ni nos abandonas.
Tu protección nos rodea como un escudo, y confiamos en que siempre caminarás con nosotros en cada paso que damos.
Padre amoroso, queremos agradecerte por las oportunidades que nos has dado para aprender, para crecer y para convertirnos en mejores versiones de nosotros mismos.
Gracias por las lecciones que, aunque a veces difíciles, han moldeado nuestro carácter y fortalecido nuestra fe.
Te alabamos por cada desafío que nos ha impulsado a buscarte más, y por cada momento de alegría que nos ha recordado cuán bueno eres con nosotros.
Danos un espíritu humilde para seguir aprendiendo de ti y de las personas que pones en nuestro camino.
Señor, en este día especial, pedimos por las naciones y las comunidades del mundo. Que el espíritu de gratitud y unidad que celebramos hoy trascienda fronteras y culturas.
Llena los corazones de los líderes con sabiduría y compasión, y guía a cada persona a valorar más las bendiciones que tienen y a compartir con quienes más lo necesitan.
Que este Día de Acción de Gracias inspire actos de bondad que transformen vidas y que tu amor se refleje en cada rincón del mundo.
Gracias, Señor, por las bendiciones que a menudo pasamos por alto: el calor de un hogar, la risa de los niños, la belleza de un amanecer, y el regalo de una nueva oportunidad cada día.
Enséñanos a detenernos y a reconocer estas pequeñas muestras de tu amor, porque sabemos que en ellas también se encuentra tu presencia.
Ayúdanos a vivir con corazones atentos y agradecidos, no solo por lo grande, sino también por lo sencillo que nos regala felicidad y consuelo diario.
Señor, te pedimos que nuestro espíritu de gratitud no sea efímero, limitado a este día especial, sino que nos acompañe siempre.
Que vivamos con corazones agradecidos, reconociendo que todo lo que tenemos y somos viene de ti.
Ayúdanos a expresar esta gratitud no solo en palabras, sino en acciones: amando más, sirviendo mejor y dando lo mejor de nosotros a los demás.
Que cada día, en cada circunstancia, nuestra vida sea una ofrenda de agradecimiento para ti.
A ti, Señor, sea la gloria, el honor y la alabanza por los siglos de los siglos.
Elevamos nuestras voces junto con los ángeles y los santos para proclamar que tú eres digno de toda adoración.
Gracias por ser nuestro Padre, nuestro Rey y nuestro amigo fiel.
En este Día de Acción de Gracias y en cada día de nuestras vidas, queremos vivir para honrarte, Señor.
Que nuestra gratitud se refleje en nuestras palabras, pensamientos y acciones.
En el nombre de Jesús, quien nos enseñó a amar y a agradecer, oramos. Amén.
Oración a Dios para el Día de Acción de Gracias.
Enviado por: Dulce María. (México).